martes, 21 de febrero de 2012

Sin rumbo

Podría entender su enfermedad, pero las consecuencias de entenderlo duelen. Donde se que una mentira tiño la verdad con una intachable tinta.
Esas palabras que parecen tan ciertas en sus ojos y tan dolientes en sus ancianos labios. 
Se escondió detrás de unas pinceladas de vida que él invento y un juego al que todos cayeron, creyendo que era inocente.
Una lagrima descendió de sus cansados ojos porque estaba cansado de luchar contra un mundo que no entendía, miraba a todos lados y solo podía ver enemigos públicos. La policía golpeo su puerta de un reclamo telefónico que él proclamo, mientras nadie comprendía lo que sucedía. 
Entre unas idas y venidas de signos de preguntas, corrió sin destino fijo para luego encontrar un extraño rotulo, con la palabra " Salvación " y se tomo una pastilla.

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