Seguramente lo viviste, tuviste una visión de tu futuro junto con una persona inalcanzable, y por ese momento hubieras dado todo, todo aquello que te pertenecía sin importar las consecuencias y sin importar el mañana.
Seguramente tuviste ese lapso de felicidad pero de ¿donde provenía?
Seguramente tuviste ese lapso de felicidad pero de ¿donde provenía?
Si, provenía de tu imaginación, provenía de tu inconsciente, provenía de un sueño…
Trataste con tu ser lograrlo, pero te diste cuenta que ese amor no te pertenecía, le pertenecía a otra persona.
Muchos te dijeron no mereces sufrir por nadie, dijeron también que por como eras, podrías tener a quien quisieras, mintieron. Si lo hicieron.
Por que por más que lo intentaras, no lograbas deslumbrarlo con tu persona. Ser tu no alcanzaba, ser otra mucho menos, ni siquiera estaba en tus planes.
Cuando comprendes todo esto decides que es el momento de marcar tu retirada y esperar a que si sentía algo por ti, aunque sea lo mas pequeño, te extrañe.
Lo único que podrías rescatar de todo lo vivido es que es inevitable pensar en alguien inalcanzable.
Muchos te dijeron no mereces sufrir por nadie, dijeron también que por como eras, podrías tener a quien quisieras, mintieron. Si lo hicieron.
Por que por más que lo intentaras, no lograbas deslumbrarlo con tu persona. Ser tu no alcanzaba, ser otra mucho menos, ni siquiera estaba en tus planes.
Cuando comprendes todo esto decides que es el momento de marcar tu retirada y esperar a que si sentía algo por ti, aunque sea lo mas pequeño, te extrañe.
Lo único que podrías rescatar de todo lo vivido es que es inevitable pensar en alguien inalcanzable.
Lo mejor seria olvidarse, ser egoísta y avanzar al futuro. Dejar de buscar y por una vez en la vida ser encontrado.
Olvidar todo y abrazar a cada persona que encuentras al lado que alguna vez te demostró cariño, devuélveselo, haciendo todo lo posible para no perderlo y ser feliz cada día un poco más.
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