martes, 21 de octubre de 2014

Se recordaba a si misma: “primero el pie derecho luego el izquierdo, ahora de nuevo, que nadie note todo lo que estaba pasando en este instante, vamos sigue fingiendo” . Se repetía Raquel en su cabeza.  Recordaba que llevaba el maquillaje corrido, como en aquellas novelas que había visto alguna vez en su infancia. Lagrimas negras le recorrían sus rojas mejillas a causa de los gritos y el llanto de hacia ya unos momentos.  No comprendía si la demencia había alcanzado un nuevo punto o aquella oscuridad en la que de repente se sumió era real, si efectivamente lo era. No habría vuelta atrás. 
Cuando recobró el sentido, se encontraba en su habitación, esas cuatro paredes habían escuchado tanto, habían visto todo lo que los ojos no deben ver, pero seguían firmes como lo único estable en la vida de Raquel. Entre abriendo los ojos lentamente, sentía una sensación de pesadez muy fuerte en la cabeza, probablemente la habían drogado con algún calmante. Miro al costado y con una imagen algo distorsionada vio que tenía una de las manos agarradas.
Cuando se incorporo de nuevo, notó que no era asi. Algo mareada logró levantarse, y tuvo que enfrentar  aquello que los hombres más fuertes y sanguinarios temen luego de su primer asesinato. El espejo. ¿Hay algo más terrible que un espejo?  El crimen no es tan impresionante, como lo es enfrentarse al espejo, mirarse por primera vez y reconocerse, luego de haber cometido un pecado, ya los ojos no son los mismos, ni la expresión. Asi como vio su reflejo, rememoró toda la escena en su mente. Ella había matado, y también la habían matado lentamente. De forma casi ironica, su mente le hacia sonar una canción de su pasado “Di lo que podía, pero a media puerta Se quedó mi corazón Tu.... libreto de siempre tan repetido. Corre corre corre coraz …”.  Se obligó a erradicar esa canción de su mente. Esa canción que en algún tiempo fue hasta casi satisfactoria, hoy eran puñaladas en el estomago. ¿Cómo muere algo tan hermoso? ¿Cómo es que la dejó escapar?

lunes, 13 de octubre de 2014

¿Alguna vez se sintieron perdidos? Tomaron la calle equivocada, y se esmeraron en creer que iban por buen sendero, siguieron, giraron a ambos lados la cabeza para notar que estaban duditativos respecto a donde se encontraban, hasta que aceptaron el haberse perdido.
Así como nos perdemos en la nada, a veces perdemos quienes somos, nuestras pasiones, nuestras vocaciones, nuestros despertares de inspiración.
Simplemente un dia decidimos no escuchar a esa voz que nos acerca a lo que nos gusta, haciendo que cada dia grite con menos fuerza hasta que de repente cansada de no ser escuchada, sus desesperantes alaridos pasan a ser...nada.
Esa nada te envuelve en la rutina, apacigua el alma , hasta transformar todo en recuerdos borrosos de alguna gran idea.
Aff quizas seas palabras despistadas de alguien que cada dia pierde mas la cordura, y se acerca más a la insania mental.

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Los días pasan, las sensaciones quedan. Los recuerdos se guardan en mi piel, de una forma que es difícil de erradicar. Extraño sus palabras, su perfume y su forma de andar. Me recordaba lo que era vivir, lo que era sentir que todo era posible. ¿Sera que lo bueno tiene un tiempo muy determinado para ser parte de nuestras vidas? ¿Por que hay que pasar largas temporadas de cosas desagradables, solo por 15 minutos de felicidad? ¿Por que sus palabras dolían tanto? ¿Seria que el amor fue tan intenso e infinito que la eternidad se volvió en contra? Tantas preguntas y tan pocas son las respuestas.
Si el amor tiene un fin no deseo conocerlo.