La realidad es que ver en cada rincón de mi ciudad, aquello que desee con todas mis fuerzas... me rompe un poco más por dentro, bueno quizás para algunos sea una mera estupidez. Pero era una de aquellas cosas que me encantaba hacer, sentía que me liberaba de todo, me imaginaba los escenarios, y podía mostrar mis pequeños recortes de la realidad.
Por diferentes motivos ahora no se siente igual, porque aunque me esmere con todas mis fuerzas no llego a igualar o a superar lo que me rodea.
Ahora todos pueden serlo, y perdió la magia de la autenticidad.
Seguramente el día que lo obtenga, no será lo mismo, quizás ni tiempo tenga para practicar.
Nadie lo sabe, solo queda esperar a donde nos lleven nuestros actos.
Palermo una vez más |